El pasado sábado, 4 de febrero disfrutamos de una nueva edición de nuestra ruta “PERCORRE”. Desde el punto de partida habitual en este tipo de ruta: la Oficina de Turismo de Vigo, recorrimos diversos escenarios relacionados con la historia pesquera de nuestra ciudad, para finalizar con una visita a la Cetárea López Novoa.
El día, climatológicamente hablando, resultó monstruoso, ya que todavía estábamos bajo el influjo de un tren de tormentas; pero esto no supuso ningún tipo de problema para el grupo de mujeres, hombres y niños que nos acompañó. 30 valientes que completaron las plazas disponibles sin importarles viento ni lluvia.
Protegidos con paraguas, fuimos caminando por los diversos hitos del Vigo Pesqueiro, mientras María, nuestra guía, nos informaba y entretenía con diversas curiosidades y anécdotas.
Los soportales del Berbés resultaron un cobijo muy agradecido para repasar los primeros tiempos del desarrollo pesquero y los cambios que sufrió la fisonomía de la la ciudad de Vigo con ese impulso.
Finalmente llegamos a la Cetárea López Novoa, una empresa con 35 años de experiencia que comercializa marisco internacionalmente. Juan nos acogió encantado y comenzó con unas explicaciones sobre la organización interna de la empresa.
La seña de identidad de López Novoa es la “selección”: elegir los mejores productos para suministralos a sus clientes. Ese criterio fija toda la estructura interna de la empresa.
Un apartado curioso de sus instalaciones es la cámara de frío: un recinto que alcanza temperaturas de muchos grados bajo cero y que es decisiva para no romper la cadena de frío y que los mariscos lleguen en perfectas condiciones. La temperatura no nos permite permanecer mucho tiempo en su interior. Para evitar situaciones de peligro, cuenta con un sistema de alarma, pero también con una expeditiva hacha que podría facilitar la salida a través de una de las paredes, si fuese necesario.
Tras mostrar las instalaciones, Juan nos habló de los diversos tipos de marisco. Nos enseñó a diferenciar las distinas especies, su género y su procedencia. Cada ejemplar tiene sus peculiaridades y debe estar a una temperatura concreta.
Niños y mayores disfrutaron de una excelente jornada, instructiva y entretenida, como pretenden ser todas nuestras rutas; y demostraron mucho valor para ignorar las condiciones climatológicas. Como dice la canción tradicional: “No hay quien pueda, no hay quien pueda, con la gente marinera. Marinera, pescadora, no hay quien pueda por ahora”.
