por vigo_pesqueiro

Empezamos el año “Vigo Pesqueiro” con una visita llegada desde el Mediterráneo, desde Italia. Se trataba de una sorpresa de cumpleaños y nos enorgullece que nos hubieran elegido para celebrarlo. Se trataba de su primera visita Vigo y nos prometieron que no sería la última.

Fue el  sábado 12 de enero, un día muy frío pero con una luz fantástica, en donde la lluvia nos dio tregua.

Comenzamos nuestra visita acercándonos a la flota del puerto, hablando sobre caladeros,  especies y técnicas de pesca, dejamos atrás el espacio de las redeiras, los almacenes, el edificio de la cooperativa,  y nos adentramos en los edificios de las lonjas.

Nuestros visitantes se sorprendieron por las dimensiones y lo bien planificado que se encuentra el espacio. Les llamó la atención que la ciudad de Vigo acoge a una segunda ciudad dentro de sí misma, el Puerto de Vigo, con sus calles, sus glorietas y sus cientos de empresas con tan variada actividad, de renombre en toda Europa.

Hicimos un parón en nuestra visita para conocer por dentro una de estas empresas, nuestro colaborador “López Novoa”, a quien agradecemos puesto que sin empresas altruistas como la suya, este proyecto no sería posible . Se trata de un vivero que se encuentra en la vanguardia de la tecnología, sin olvidar jamás el buen saber hacer de la tradición. Allí las piscinas estaban llenas de especies que nuestra “carinissima” pareja de visitantes desconocían: se enamoraron de los bogavantes con su metalizada cola azul, de las centollas y de los bueyes de mar.  Conocimos cómo se almacena la mercancía en cámaras de frío o congelado , cómo se procesa, o cómo se prepara para un envío.

Una vez finalizada la visita en el vivero, nos dirigimos recorrer el puerto original de Vigo con sus soportales y casas marineras, todavía en pie, y nos adentramos en el “Casco Vello”, pasamos por el renovado Mercado y sus frescas pescaderías, pasando por la calle Pescadería, con sus puestos de ostras, dejando la Plaza da Pedra atrás, que desde el S. XIX albergó un afamado mercado, y subiendo por una calle donde la artesanía tradicional sigue viva, la de Cesteiros. Y como si llevásemos la “Patela” llena de pescado para vender, terminamos nuestra visita  en la antigua Plaza Pescadería, que a día de hoy conocemos como Plaza de La Princesa.

La visita había terminado para nosostros, pero la sorpresa de cumpleaños todavía no, para ellos terminaría en la mesa, con la mejor mariscada que esperamos hayan disfrutado! Desde Vigo Pesqueiro sóis siempre bienvenid@s. versario aínda non; para eles terminaría na mesa, coa mellor  mariscada que esperamos que Disfrutasen! Desde Vigo  Pesqueiro  sodes sempre  benvid@s.



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