Este sábado, acompañados de la responsable del Museo ANFACO y de un bonito día de otoño, tuvimos la oportunidad de recorrer las calles de la antigua villa de Bouzas, adentrándonos en su patrimonio histórico e industrial.
El recorrido comenzó en la antigua fábrica conservas de pescado de Bernardo Alfageme, que condensa la historia industrial de la ciudad olívica por tratarse de su edificio fabril más emblemático y simbólico, depositario de la memoria del trabajo viguesa y mejor ejemplo de arquitectónico del periodo de entreguerras, cuando los industriales construyeron los grandes edificios fabriles tipo “palacios” con los beneficios obtenidos en la 1ª guerra mundial. Alfageme es obra del afamado arquitecto Gómez Román en 1928, el conjunto integra la casa familiar, almacén y vestuarios con zona ajardinada, la entrada principal está situada en la calle Tomás Alonso, la fábrica de conservas de Bernardo Alfageme es una de las mejores muestras de arquitectura industrial que hay en nuestra ciudad y elemento más que necesario para contar la historia contemporánea de Vigo.
Después, nos dirigimos hacia el paseo de Valentín Paz Andrade, pasando por la Alameda de Bouzas, en esta parte del recorrido nos adentramos en la pesca, esencia histórica de este barrio; recordamos las artes y embarcaciones de pesca tradicionales, y como los patronos de pesca bouceneses adoptaron rápidamente las innovaciones en esta materia, desde la traíñas y sus cercos de jareta a las pesca de arrastre en parejas, ocasionando fuertes conflictos con los marineros de otras lugares de la ría. Todo ello a través de las pinturas en los azulejos de una de las casas que nos encontramos en el camino: la historia de la pesca de Bouzas en tres imágenes. La tradicional pesca del xeito, la traíña y finalmente la llegada del barco de vapor.
Antes de dar con el paseo nos adentramos en el barrio marinero de Bouzas, barrio singular en la toponimia arquitectura, idiosincrasia y estructura donde nos valimos de las imágenes y curiosidades recogidas en el libro de Puri Pérez Leirós, “Bouzas olladas salgadas”.
Bouzas es una villa marinera que ha visto nacer y crecer a armadores, pescadores, empresarios, escritores… y sigue en el presente recordándonos que “nuestra historia proviene del mar.”
A medida que caminábamos hacia el Museo do Mar por el paseo de Valentín, retomamos la historia de la transformación del pescado a través de los restos del fabriquín de salazón de Pinal y la fábrica de Rodal, la antigua de Daniel Rodríguez Valdés fue el marco necesario para remontarnos a los yacimientos romanos y los talleres de salazón y villas que salpican este margen de la ría de Vigo. Reciamente sus excavaciones parecen constatar la evidencia de una industria viguesa desde el s.III y IV d.c. basada en el recurso marino del que ha florecido esta ciudad; la sardina. Antes de llegar al Museo del Mar y recordar sus orígenes como fábrica de conservas, nos detuvimos ante el actual Hotel Los Escudos, antigua casa de Javier Sensat fundador de Casa Mar que sirvió de puente para acabar con otro de los capítulos más importante en la historia de la ciudad y es el de la congelación de la pesca y el nacimiento de Pescanova y los barcos míticos de Ascón.
Muchas gracias a Mariña, por acompañarnos y enseñarnos tanto; y muchas gracias a nuestros amig@s de Vigo Pesqueiro, por los momentos, las fotos, las aportaciones…
Hasta muy pronto!